En un giro inusual, el asesor del equipo Red Bull, Helmut Marko, no culpó a Sergio Pérez tras el accidente del piloto mexicano en la segunda sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Italia. Pérez se deslizó en una trampa de grava en la última curva, impactando contra el muro y provocando la bandera roja en el circuito de Monza.
Marko, en lugar de señalar con dedo acusador, explicó que el accidente de Pérez se debió a la experimentación del equipo con el RB19 y el equilibrio del coche. Dijo:
"Experimentamos un poco con el nivel de carga aerodinámica. Probamos un poco en boxes y en la tanda larga perdimos el equilibrio del coche con nuestro nuevo intento. El coche se sobreviró bastante, por eso Checo se deslizó hacia el lecho de grava".
El austriaco admitió que el coche se había vuelto difícil de conducir en esa sesión. Según Marko,
"el equilibrio no era el adecuado".
Este comentario ofrece una perspectiva más comprensiva de la situación, ya que sugiere que el accidente no fue simplemente un error del piloto, sino una consecuencia de la búsqueda de mejoras en el rendimiento del coche.
Por su parte, Sergio Pérez compartió su experiencia en la pista, mencionando que había tenido dificultades para encontrar el límite en la sesión final del primer día. Explicó:
"Tuve understeer a la salida e intenté mantener el coche, creí que lo tenía bajo control pero luego toqué un poco la grava y eso fue game over".
Pérez también minimizó los daños resultantes del accidente, afirmando que no perdieron mucho tiempo en pista.
Esta explicación de Marko y la actitud tranquila de Pérez hacia el incidente proporcionan un vistazo interesante al mundo de la Fórmula 1, donde los equipos están en constante búsqueda de mejoras y donde a veces los límites se exploran con resultados imprevistos.
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