El Mundial de rugby ha estado envuelto en una controversia relacionada con un presunto incidente de racismo. Durante la segunda semifinal del torneo, Tom Curry acusó al jugador sudafricano Bongi Mbonambi de haberle propinado insultos racistas. Sin embargo, la World Rugby Union, tras una investigación, decidió no presentar cargos contra Mbonambi, alegando la falta de pruebas suficientes.
La acusación se centró en que Mbonambi supuestamente llamó a Curry con un insulto racista en pleno partido. La World Rugby Union reconoció que Curry hizo las alegaciones de buena fe y no sugiere que hayan sido falsas o maliciosas. Sin embargo, consideraron que no existen pruebas suficientes para presentar cargos contra Mbonambi.
La reacción de la Rugby Football Union de Inglaterra no se hizo esperar, expresando su total apoyo a Tom Curry y destacando que no es la primera vez que Curry ha sufrido abusos de este tipo por parte de Mbonambi. La RFU expresó su profunda decepción por la decisión de la World Rugby.
El jugador Bongi Mbonambi ha sido nombrado titular en el equipo sudafricano para la final de la Copa del Mundo contra Nueva Zelanda, lo que ha generado aún más controversia. Mientras tanto, Tom Curry fue incluido en la alineación de Inglaterra para el partido por la medalla de bronce contra Los Pumas.
La controversia en este caso se agravó debido a la falta de acuerdo en la interpretación del incidente por parte de los árbitros y las autoridades del rugby. A pesar de la resolución de la World Rugby, este caso ha dejado en evidencia la importancia de abordar las denuncias de racismo en el deporte de manera eficaz y transparente.
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