El universo del béisbol está de luto al recibir la impactante noticia del fallecimiento a los 69 años del destacado lanzador puertorriqueño Guillermo “Willie” Hernández. Este formidable zurdo dejó una huella imborrable a finales de los años 70 y 80, destacándose con tres selecciones al All-Star, el premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Americana, dos trofeos Cy Young y un título de la Serie Mundial en 1984 con los Tigres de Detroit.
A lo largo de sus 13 años en las Grandes Ligas, Hernández acumuló un impresionante récord de 70 victorias y 63 derrotas. Su destreza en el montículo se reflejó en 788 ponches y 147 juegos salvados en 1044.2 innings, consolidando una formidable efectividad vitalicia de 3.38. A pesar de sus primeros siete años con los Cachorros, fue con los Tigres de Detroit donde vivió la cúspide de su carrera, siendo convocado al Juego de Estrellas en tres ocasiones.
El año álgido de Willie Hernández sin duda fue 1983, cuando lideró las estadísticas con 32 salvamentos, una impactante efectividad de 1.92 y 112 ponches, ganándose así el prestigioso galardón Cy Young de la Liga Americana. En la postemporada, fue clave en la barrida de los Tigres sobre los Reales en la Serie de Campeonato, sellando dos de los tres triunfos. Durante la Serie Mundial, añadió dos rescates más, contribuyendo decisivamente al campeonato de los Tigres.
Esta temporada histórica lo consagró como uno de los 11 lanzadores en la historia en ganar tanto el Cy Young como el MVP en un mismo año. Nacido en 1954 en Aguada, Puerto Rico, Hernández inició su carrera con los Phillies y fue posteriormente seleccionado por los Cachorros en el Draft de Regla 5 de 1976, debutando en 1977.
La partida de Willie Hernández deja un vacío en el béisbol, recordando su legado como un jugador extraordinario y un ícono de Puerto Rico en el diamante. Su impacto perdurará en la memoria de los fanáticos y colegas que admiraron su habilidad y pasión por el juego.
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